Señor Jesús, gracias por abrir tu corazón, gracias por tener tiempo para estar conmigo, para llenarme de tu Amor y ternura. Soy indigno de Ti, me conoces hasta lo más profundo, aún así me amas y has querido estar a mi lado. Dame tu mano y guíame como un papá guía a su hijo dando los primeros pasos. Soy débil, no me dejes sólo. Dame un corazón que ame y entienda los corazones de los demás, especialmente de los que viven conmigo. Señor, haznos un instrumento e tu Amor, de la unión y de tu paz. Amén. DIOS TE BENDIGA